La interfaz de una aplicación interactiva es su medio de expresión, el recurso por el que informa al usuario, le orienta, instruye, convence o emociona.
Para que una interfaz sea eficiente debemos conocer cuál es el objetivo de la aplicación, cómo son las personas a las que se dirige, cómo funciona la mente del usuario, qué dispositivo actuará como soporte, y cuáles serán las condiciones de interacción.
También resulta fundamental conocer las herramientas que nos permitirán comprobar que nuestro diseño responde a los objetivos propuestos.
A lo largo de la asignatura de Interfaces para sistemas multimedia desarrollaremos un proceso multidisciplinar en el que se abordarán todas las cuestiones que deben tenerse en cuenta en el diseño de una interfaz, desde sus vertientes funcional, conceptual, estética y técnica.